La redacció (no culpar a ninguna/ningú més) ha decidit convocar una mena de concurs literari (de periodicitat aleatòria) dedicat a glossar alguns dels textos que es publiquen sobre Compromís. Les nostres amables lectores i lectors només han de repassar el text que adjuntem, digerir-lo (si poden) i enviar-nos un curt comentari ressaltant el que semble més ressaltable. Entre les respostes triarem una (o dues) i la guanyadora o guanyador podrà escollir com a premi, a banda de la publicació en aquest prestigiós espai, entre un pack de estrelles (amb o sense alcohol) o una ampolla d’orxata concentrada ecològica.
El text triat per a aquest primer concurs està dedicat al nostre company de col·lectiu Vicent Marzà, un dels objectius més acarnissats del PP, indici contundent que no ha d’estar fent-ho malament. Hem triat un que pot semblar banal (no inclou desqualificatius bèsties) però que ens sembla força expressiu. Doneu-nos la vostra opinió i gràcies per aguantar-nos!
TEXT A COMENTAR: Conseller de pancarta por Beatriz Gascó (diputada autonómica PP) en Mediterráneo
¡Qué fácil es estar detrás de una pancarta y que difícil es gobernar! El conseller Vicent Marzà, cuando gobernaba el PP, era uno de los manifestantes habituales en la puerta de la Conselleria. Me imagino la cara de asombro del guardia de seguridad cuando vio que aquel, al que tantas veces le había tenido que llamar la atención, ocupaba el despacho del conseller con sus zapatillas y su mochila. A lo que iba, es muy fácil pedir pero muy difícil gestionar y Marzà, si algo ha demostrado en un año de gobierno, es que dirigir una Conselleria le va muy grande.
Es una persona que se esfuerza por transmitir afabilidad, cordialidad y consenso, de hecho, pierde más tiempo en revestir de diálogo cualquier acción, que la propia acción en sí. Pero ya lo dice el refranero español que es muy sabio: dime de lo que presumes y te diré de lo que careces. Bueno, el refranero y el propio Marzà, que en una ocasión, se le escapó que él gobernaba para los suyos porque para eso le habían votado.
Y en esas estamos, haciendo lo que a un partido radical le viene en gana: eliminando libertades de las familias, de los alumnos que estudian en las universidades privadas y abocando al sistema público a la mediocridad más absoluta por la falta de gestión y el ataque a todo lo que huela a trabajo, esfuerzo y excelencia. Nuevos tiempos…